jueves, 5 de septiembre de 2013

Ale y mi regalo de cumpleaños...


Ale es fácil de palabra, tiene la sonrisa ancha y no disimula sus miedos, ni alegrías. Le gusta jugar a todas horas, y se las ingenia para sacarte una sonrisa cada vez que se le ocurre una "buena idea" o se le presenta "un gran problema". Ale come todo o casi todo, es un genio a la hora de convertir los plátanos en sombreritos y la carne en yerbitas para menguar un plato de comida de los grandes. No controla los impulsos y corre con locura por toda la casa. Cuenta en inglés y en español los escalones de la escalera y ama la canción de la bandera que canta en firme y a toda voz. Detesta las escenas de violencia en la televisión y lanza un "no me gusta" que estremece. Para Ale nunca serán suficientes los lápices de colores y tiene una producción de más de cinco pinturas diarias, que hay que colocar en un mural que tiene en el cuarto.
Cuando descubre que me siento mal o que estoy incómodo con algo, se me acerca y me planta un "¿Hanie, tu me quieres?" que hace que desaparezcan todos los problemas.
Ayer cuando el día apenas comenzaba, vino bien tempranito desde su cama, me dio un beso con los ojos casi cerrados, me dijo "felicidades" y se quedó semi dormido a mi lado.