domingo, 18 de mayo de 2014

Espejo

Ultimámente me ha dado por escribir este tipo de cosas, jajaja, acá los dejo con otro minicuento de hace un rato.

Espejo

Despierto entre luces que aplastan el silencio. Algo está mal. No lo sé aún pero lo percibo. El olor de la muerte inunda la estancia. Mis manos, la poca ropa que llevo encima, todo teñido con su sangre. No lo soñé. Acechan pasos que se acercan tras la puerta. Un espejo. Mi reflejo cobra vida propia. Más allá de la superficie otro yo me contempla estupefacto. Una mano atraviesa el cristal. Los pasos se acercan. Suena el picaporte. Una última mirada antes de irme para siempre. Ahora estoy en una ventana desde donde observo. Luces, sangre, policía, sirenas, un cuchillo, su cuerpo, y en medio de tanta mierda, yo.

Un minicuento

Hoy les traigo este minicuento que nació hace algunos días, espero les guste

Encuentro


Llevábamos rato intercambiando miradas. Ella hundida en un libro que tenía entre las piernas, yo intentando concentrar mi tiempo en la guitarra. Las canciones, como flechas, buscaban socavar la magia del momento. Eran dardos apuntando a su espacio que intentaba escabullirse entre letras impresas. Nos sorprendimos varias veces mutuamente. Algo en ella me trasladaba a una estancia atemporal en que nos conocimos. Las preguntas danzaban en torno a su sonrisa. ¿Cuándo sucedió el milagro de hallarla y la herejía de olvidarla? ¿Era real? De un golpe los arpegios se alejaban de mis manos y un paso marcaba la distancia entre nosotros. Dos frases marcaron el inicio de una historia. –Disculpa, ¿nos conocemos? –Yo también te he soñado.

lunes, 12 de mayo de 2014

Felicidades Mamá



Desde hace mucho tiempo que no temía escribir algo. Siento tanto en mi pecho que nada atina a salir. Cómo decirte algo cuando tú adivinas todo mi ser, cuando me conoces desde el pelo hasta las puntas de los pies, cuando puedes descifrar que escondo tras una sonrisa, cuando logras arrebatar en silencio cada una de las amarguras que a veces esconde mi corazoncito.

Qué expresar cuando en tantos momentos de ternura incalculables nos lo hemos dedicado todo desde un verso, una canción o hasta un beso de sabores.

De qué forma enmarcarte en algo, en un lugar, cuando tu sobrepasas todos los límites, todos los espacios; tú, que tienes la magia para transformarte en lo que yo necesite, y más, en lo que tú quieres para mí.

Hace un tiempo dije que te cobraría un favor, lo dije en broma, y en juego respondiste que me harías lo mismo a mí. Por suerte para mí fue una diversión, una de tantas de las de cada día, cómo pagaría las noches de fiesta y de llantos, los días de sol, las lluvias de afecto, los mares de amor de cada segundo, las noches de insomnio junto a mi cama cuando algún mal se aferraba a mi cuerpo de niño, los dolores de cabeza de las andadas de pequeño, el consejo de cada día. Cómo hacer para pagar una vida en la que tú has sido el sendero.

Qué me haría si tuviera que pagar por tu cariño, por tus mimos, por el café de las mañanas, por el beso de buenas noches y por los ángeles que pones a cuidar mis sueños; por los versos de Martí que me tatuaste en la piel, por mi primera Edad de Oro, por mi incomparable álbum de fotos, por cada uno de mis buenos recuerdos, por los aplausos más fuertes tras mi primera presentación en un teatro, por la presencia en cada momento de felicidad y de amargura que han marcado mi vida, por el hombro para llorar, o el abrazo para reír. Lo he intentado de mil formas pero siempre quedo debiéndote el doble.

Muchas veces te digo que no sé vivir sin ti, y es cierto, ya duele mucho la ausencia de semana tras semana de tu presencia cada día, qué me haría sin ti madrecita.

El día de las madres va a ser otro de esos días en los que te colmo de besos del amanecer hasta que cierres los ojitos; aunque ya no soy el mismo a quien arrullabas en la cama, sé que en ese corazoncito de madre sigo siendo el mismo.
 
MUCHAS FELICIDADES MAMI, Y GRACIAS POR EXISTIR…

Haniel

domingo, 4 de mayo de 2014

Volviendo a la vida

¿Volverá a tomar vida este pedazo de mundo en el que juego a ser yo? 
Me sigue golpeando aquello de la página en blanco, a la espera de los primeros tintazos, de las primeras líneas. Hoy me arriesgo al ridículo de que estas letras no salgan como yo quiero. Que no logren encerrar en ellas la carga de sentimientos que hay desde este inusitado palpitar que ha inundado mi vida durante las últimas semanas. Y es que regreso porque otra racha huracanada de vida removió los cimientos de mi mundo.
 
Llegó como llega un rabo de nube, en la calma quieta de una mańana de enero. Llegó sin que se supiera a ciencia cierta que escondía detrás de aquella palabra sencilla que parecía esconder una canción entre dientes. Llegó con intrépidas travesuras, que solo el tiempo fue capaz de borrar el desconcierto causado en los primeros momentos. Hablaba de Saturno como si lo hubiera visitado, sabía de Macondo y de algún Florentino Ariza, tenía sueńos distintos a los que había conocido hasta entonces, pero lo más inverosímil era que sabía volar. Tenía alas enormes, como si en otra vida hubiese sido bautizada ángel, y en esta, desafiaba el entorno llevando por bandera esa misteriosa sonrisa. Así fue que llegó. O eso es lo que puedo recordar entre tanta luz que invadió el pequeńo espacio. 

Después… bueno después no sé qué fue lo que pasó… hasta el sol de hoy solo puedo dar fe de saber que existe, que me empuja en el deseo de arrancarle las ganas al día. Solo puedo decir que de alguna extrańa manera volvieron las ganas de escribir, de sońar, de cantar. Después de mucho tiempo regresaron las líneas, las ideas, los poemas, las travesuras. 

Me sigue golpeando el tema de la página en blanco, pero si ella está aquí, si ella llega a tocar estas líneas, si puedo seguir diciendo que suele ser mi DC; pues entonces no temo a la página en blanco, con una sonrisa suya será suficiente para poner otra entrada en este viejo blog descontinuado...