domingo, 17 de junio de 2012

FELICIDADES VIEJO


Mi viejo caraj, otro domingo en el que no estamos juntos físicamente, pero sé que estás ahora mismo (sin decírselo ni demostrárselo a nadie, porque hasta en eso nos parecemos,) con tremendas ganas de que suene el teléfono y sea mi voz o la de mi hermana la que este al otro lado de la línea.

El tiempo y las vueltas de la vida nos colocaron bajo techos distintos, con no solo la distancia física entre nosotros. ¿Cuantas cosas hiciste para tenernos de vuelta? Y yo de cabezón sin querer dar mi brazo a torcer. Quería que todo fuera como siempre había sido, no quería adaptarme a una vida nueva, ¡NO! Eso no estaba en mis planes. Pero al final como sucedía siempre me hiciste falta. Mami no pudo ser la confidente de mis secretos, y no quería atormentarla con tantas cosas en su cabecita, necesitaba un regaño, un abrazo, un calor de amigo, un “así se hace campeón”, y aunque quisiera negarlo cientos de veces, la única persona en el mundo que podía estar en ese lugar eras tú.

Así que regresé, lamentando haber querido no tenerte, para traerte de vuelta. Aún recuerdo aquel abrazo, tus lágrimas en mi cabeza y las mías en tu pecho. “Me equivoqué, campeón” fueron tus únicas palabras, el resto ya yo lo sabía y es que hasta en eso nos parecemos.

FELICIDES VIEJO, te quiero mucho, y no me faltes nunca.

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