“Te he visto pasando del brazo de un hombre
que de cierto modo podría ser yo...”
Hoy tengo la ausencia de tu nombre, tengo ese
espacio que te correspondía vagando por las calles mi mundo decadente,
dibujando una sonrisa de ojalá cada vez que toca a tu puerta. Esa maldita
tristeza que dejaste escapar tras tu fuga, no deja de marchitar auroras y de
robar sonrisas. Ha pintado mi cielo de gris. Te llevaste tu sonrisa y mi sol, y
ahora ando huérfano del calor otrora cotidiano.
Tras de ti se fueron todas mis esperanzas e
ilusiones, una a una, dejando un sendero luminoso, radiante, vivo, que también
se fue marchitando. Ni siquiera me dejaste las ganas de sonreír, te las
llevaste contigo, en el bolsillo de tu chaqueta, el que está sobre el lado
izquierdo del pecho, las había puesto allí para encontrarlas cerca de tu
corazón cada mañana...
¿Y ahora que hago?... Apareciste de la nada
en mi mundo, te colaste hasta los rincones olvidados de mi alma, desordenaste
los recuerdos ya olvidados, regaste con tu perfume las esperanzas y sueños,
machucaste sin piedad a mi tristeza, me hiciste creer que realmente existíamos,
que no éramos únicos en nuestra especie.
Y después te marchaste como si nada hubiera
pasado... con esa sonrisa ancha y esos ojillos siempre inteligentes, con un
poema en la mano y una canción en el pecho. Y lo más increíble es que creas,
que yo pueda pensar que sólo fue un sueño...
Mi amor muy bonito,me gustó, siempre es bello leer de tí..
ResponderEliminarEspero que no dejes de colgar cosas....
Gicelle